Know your rights (The Clash)
Especialistas aparte, creo que casi nadie sería capaz de enumerar los derechos que
exactamente le garantiza la Constitución de 1977. Afecto, la verdad es que también
es difícil desarrollarlo hacia un texto del siglo pasado que la mayoría de los
españoles de la era pandémica no votó. Supongo que esta es parte de la explicación
de que consintiésemos tan dócilmente que se nos privase de ejercer muchos
de ellos de la noche a la mañana. Lo que es más extraño es que tolerásemos la
obligación de hacer o dejar de hacer, de un plumazo, cosas que afectaban, pura y
simplemente, a la dignidad personal, lo ampare o no un diploma legal.
Pero, seamos justos, el estado nos protegió y veló por nuestras necesidades básicas
durante la guerra de Absurdistán. Tuvimos acceso a las tiendas de alimentación,
a los quioscos y estancos, a las farmacias, a las tiendas de electrónica y servicios
de reparación asociados, a los servicios sanitarios para todo lo relacionado con la
pandemia o situaciones próximas a la extrema unción, (dicen que) a los locales
nocturnos de alterne y a las administraciones de loterías y apuestas del Estado.
El resto se externalizó, básicamente, al gran supermercado online.
